Novena a la Virgen de Schoenstatt
|
|
![]() |
|
Si buscas
hosting web,
dominios web,
correos empresariales o
crear páginas web gratis,
ingresa a
PaginaMX
![]() ![]()
CONCLUSION
Has llegado al final de la novena. No ha sido fácil perseverar.
Tus plegarias han sido escuchadas, no olvides expresar tu
gratitud. Si aún tienes que esperar, no pierdas la fe. Haz tu
novena una segunda y una tercera vez, hasta que tu súplica
sea concedida. Puedes también comunicar tu petición a las
Hermanas de María de Schoenstatt, quienes hacen guardia en
la Capilla de Gracia. Ellas con gusto incluirán tus intenciones
en sus plegarias.
Si tú estás pidiendo a nuestra Madre, Reina y Victoriosa Tres
Veces Admirable de Schoenstatt un gran favor, puedes estar
seguro que te tiene guardado muy junto a su amantísimo
corazón. Ella contestará tu súplica en el momento más apropiado
para ti, y si acaso no alivia tu dolor, Ella te dará fuerza para
soportarlo valientemente y con callada resignación, hará que
este dolor sea fecundo. Ella transformará tu vida interior, te
dará nueva valentía para seguir adelante y una humilde
disposición para someterte completamente a la Santa Voluntad
de Dios.
De esta manera, tu alma inquieta y torturada sentirá el “milagro
de la gracia”. Dime, ¿no sería esa una razón suficiente para
volcar tu corazón en ferviente acción de gracias a María, la
Madre de Gracia de Schoenstatt?
Ella quisiera acercarte más a Su corazón y hacer de ti un apóstol
para que tú también puedas guiar a otros con más certeza a
la felicidad eterna.
Ella quisiera, con Dios, hacer una Alianza de Amor contigo.
Entrégate pues a Ella, preséntale todas tus buenas obras, tus
oraciones, tus trabajos, tus preocupaciones, tus sacrificios, tus
angustias, tu dolor y todos tus sufrimientos.
Mira, nuestra Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable
de Schoenstatt te presenta con todo lo que eres y lo que tienes
al Eterno Dios como una oración para que Él renueve al mundo
entero y lleve de retorno a la humanidad separada del Padre
Celestial nuevamente a su amor. ¿No te gustaría ayudar a lograr
ese gran deseo de tu Madre Celestial?
Entra, pues, en esta Alianza de amor con Ella.
Ciertamente que Ella te colmará con su amor y generosidad.
Oración
¡Oh, Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco todo a ti. Y en
prueba de mi filial afecto te consagro en este día mis ojos, mis
oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya
que soy todo tuyo, ¡Oh, Madre de bondad!, Guárdame,
defiéndeme y utilízame como instrumento y posesión tuya.
Amén.
Servus Mariae Nunquam Peritib
Un siervo de María jamás perecerá.
|
|
Tu Sitio Web Gratis © 2025 Novena a la Virgen de Schoenstatt |